Amanecer de San Juan
Noche de verbena tranquila en la terraza, o por lo menos todo lo tranquila que puede ser una verbena de San Juan con sus hogueras a pie de calle, los petardos y los cohetes estallando sobre nuestras cabezas. Como acompañamiento de la carne a la brasa hemos dado buena cuenta, mano a mano, de un magnífico Pintia del 2005 que ha comenzado agazapado en el fondo de la botella, como molesto con nosotros por haberle interrumpido su reposo de cinco años, pero que poco a poco ha ido desperezándose para mostrarnos toda su aterciopelada fuerza, desgranando todo un abanico de fruta negra madura, vainilla o chocolate.
A medianoche nos ha visitado un amigo para compartir la terraza con nosotros, lo cual hemos aprovechado para descorchar un Viña Ardanza Reserva Especial del 2001, un clásico Rioja que tampoco era manco y que nos ha servido como excusa para conversar durante horas. Charla animada, buen vino y vinilos, muchos vinilos sonando durante toda la noche. La coca de San Juan con el cava ha marcado el final de los vinos y el inicio de los gin tónics, que nos han acompañado hasta poco antes del amanecer, justo cuando hemos cogido las cámaras de fotos para subir a la cima del parque del Guinardó a ver la salida del sol desde lo alto de Barcelona.
Hemos amanecido a la hora de comer para desayunar coca de la noche anterior. Bogart y la Bacall nos han ayudado a pasar la modorra desde “El sueño eterno”, esa película tantas veces vista -“No me gustan sus modales” “A mí tampoco los suyos. Yo no he pedido esta entrevista. A mí tampoco me gustan mis modales, me hacen llorar las noches de invierno. Y me importa tanto que le moleste como que se tome la sopa con tenedor.”- pero que resulta imposible cansarse de ella. Ha terminado justo para ver cómo Italia caía eliminada del mundial, lo cual siempre es una buena noticia para el fútbol.
A medianoche nos ha visitado un amigo para compartir la terraza con nosotros, lo cual hemos aprovechado para descorchar un Viña Ardanza Reserva Especial del 2001, un clásico Rioja que tampoco era manco y que nos ha servido como excusa para conversar durante horas. Charla animada, buen vino y vinilos, muchos vinilos sonando durante toda la noche. La coca de San Juan con el cava ha marcado el final de los vinos y el inicio de los gin tónics, que nos han acompañado hasta poco antes del amanecer, justo cuando hemos cogido las cámaras de fotos para subir a la cima del parque del Guinardó a ver la salida del sol desde lo alto de Barcelona.
Hemos amanecido a la hora de comer para desayunar coca de la noche anterior. Bogart y la Bacall nos han ayudado a pasar la modorra desde “El sueño eterno”, esa película tantas veces vista -“No me gustan sus modales” “A mí tampoco los suyos. Yo no he pedido esta entrevista. A mí tampoco me gustan mis modales, me hacen llorar las noches de invierno. Y me importa tanto que le moleste como que se tome la sopa con tenedor.”- pero que resulta imposible cansarse de ella. Ha terminado justo para ver cómo Italia caía eliminada del mundial, lo cual siempre es una buena noticia para el fútbol.
2 comentarios:
Lo que diga Protos, sera bien dicho. Que descubrimiento.
Pero cierto, no puedo dejar de escuchar a SMASH!!!! que grandes!!!
He tenido que leer hasta la ultima linea para encontrar algo sensato
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