Las noches del Grec
Ya ha llegado el verano y con él vuelven las noches del Grec a Barcelona. El Grec es un festival simpático precisamente por eso, porque tiene color, olor y sabor de terrazas de madrugada y chicas de piel bronceada con vestidos ligeros. Pero también es un festival con una programación irregular, últimamente demasiado elitista y que, con irritante frecuencia, exhibe lamentables problemas de sonido.
Es irregular, quizás, porque sirve de ensayo general para algunas de las propuestas que se programarán durante la temporada de teatro, al final del verano. Debido a esto, en la edición pasada fue inevitable tropezar con el “Conte d’hivern” de Shakespeare, en la bochornosa versión –siendo generosos– de Ferran Madico, o el “Fedra” de Eurípides que, pese a la elegante puesta en escena, fue conducido al desastre de la mano de Ana Belén y el impresentable de Fran Perea. Sin embargo nos dejó noches memorables (me he emocionado al releerlo), de esas que no se olvidan por muchos años que pasen, porque en escena aparecen dos monstruos como Chucho y Bebo Valdés.
Espero, eso sí, que los problemas de sonido de los que hizo gala en todas y cada una de las representaciones, este año estén resueltos. Porque este año hay cosas que prometen. Así, en un primer vistazo, me han parecido interesantes “El ángel exterminador” de Buñuel en la dirección de Joan Ollé; “El rey Lear” de Shakespeare dirigido por Oriol Broggi; “Las troyanas” de Eurípides que en esta ocasión, quizás para corregir la ofensa del año pasado, la dirigirá Mario Gas; y “Su seguro servidor” de Orson Welles, dirigido por Esteve Riambau e interpretado –solvencia contrastada– por Josep Mª Pou. Y lo más importante: en ninguna de estas propuestas aparece Fran Perea jugando a ser actor.
Esto en cuanto a teatro, porque mirando la programación musical he visto dos joyitas, ambas con el Teatre Grec como telón de fondo. El día 29 de julio, acompañada por un cuarteto de cuerda, Mísia vendrá a deleitarnos con sus fados. Y cuatro días más tarde, el 2 de agosto, toda la Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu, con Maite Alberola en la voz soprano, nos ofrecerán el siempre estremecedor Réquiem de Mozart.
Es irregular, quizás, porque sirve de ensayo general para algunas de las propuestas que se programarán durante la temporada de teatro, al final del verano. Debido a esto, en la edición pasada fue inevitable tropezar con el “Conte d’hivern” de Shakespeare, en la bochornosa versión –siendo generosos– de Ferran Madico, o el “Fedra” de Eurípides que, pese a la elegante puesta en escena, fue conducido al desastre de la mano de Ana Belén y el impresentable de Fran Perea. Sin embargo nos dejó noches memorables (me he emocionado al releerlo), de esas que no se olvidan por muchos años que pasen, porque en escena aparecen dos monstruos como Chucho y Bebo Valdés.
Espero, eso sí, que los problemas de sonido de los que hizo gala en todas y cada una de las representaciones, este año estén resueltos. Porque este año hay cosas que prometen. Así, en un primer vistazo, me han parecido interesantes “El ángel exterminador” de Buñuel en la dirección de Joan Ollé; “El rey Lear” de Shakespeare dirigido por Oriol Broggi; “Las troyanas” de Eurípides que en esta ocasión, quizás para corregir la ofensa del año pasado, la dirigirá Mario Gas; y “Su seguro servidor” de Orson Welles, dirigido por Esteve Riambau e interpretado –solvencia contrastada– por Josep Mª Pou. Y lo más importante: en ninguna de estas propuestas aparece Fran Perea jugando a ser actor.
Esto en cuanto a teatro, porque mirando la programación musical he visto dos joyitas, ambas con el Teatre Grec como telón de fondo. El día 29 de julio, acompañada por un cuarteto de cuerda, Mísia vendrá a deleitarnos con sus fados. Y cuatro días más tarde, el 2 de agosto, toda la Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu, con Maite Alberola en la voz soprano, nos ofrecerán el siempre estremecedor Réquiem de Mozart.
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