martes, 10 de febrero de 2009

Otro gallo nos cantaría

Basta con echar un vistazo a la prensa para constatar algo que todos tenemos lamentablemente asimilado y asumido: En este país, politica y corrupción son sinónimos. Y en esa corrupción cabe de todo, desde la malversación de fondos públicos hasta el soborno pasando por el chantaje o el uso particular o partidista de información privilegiada. Lo triste es que no asombra ni sorprende; si acaso indigna o avergüenza la falta de ética y la inmoralidad de unos representantes electos (al fin y al cabo nuestros empleados) que ni dimiten ni pagan sus fechorías, pues suelen largarse de rositas con un puesto de consejero a alguna gran empresa. Siento envídia de esos países del norte en los que a la menor duda sobre la integridad de un político, no hace falta echarlo pues dimite ipso facto. Será el Mediterráno. Quizás por eso pienso que la única solución a este problema sería que, en nuestro país, a todo cargo público elegido en democracia que se demuestre corrupto, sea condenado a la pena capital y ejecutado inmediatamente en plaza pública. Además, para escarnio del acusado y como medida ejemplarizante para los demás, el juicio se emitiría a modo de reality show televisivo. ¡Otro gallo nos cantaría!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En este país lo que realmente hace falta es que apoyen a gente con ganas de hacer las cosas bien!

vamos a hacer ruido!!

quemamos containers???

te importa si empezamos por los de tu barrio?

Gus

Berto Díez dijo...

Jajajaja... yo creo que cada día somos más latinoamericanos.

Ahora ya hacemos y vendemos nuestras telenovelas...

Un abrazo, amigo!