martes, 4 de octubre de 2005

Maestro

Nació en Cuba hace ochenta y siete años. En los años 40 del siglo pasado empezaba una brillante carrera profesional como pianista, arreglista y compositor en las más populares orquestas cubanas. Estuvo en la orquesta de Julio Cueva, en el Cabaret Tropicana, en Sabor de Cuba. Fue arreglista de Cachao y colaboró con Celia Cruz, Osvaldo Farres, César Portillo… Se exilió, con sus maletas cargadas de música para repartirla por el mundo. New York, París, Amsterdam...
Pero lo dejó todo por amor y fijó su residencia en Suecia. Durante treinta años vive en el más absoluto anonimato hasta que, en 1994, recibe una llamada de Paquito D’Rivera. El resto está grabado en la historia de la música reciente con letras de oro. Obtiene dos Grammys. Toca en la Calle 54 de la mano de Fernando Trueba y llora Lágrimas Negras junto a Diego El Cigala.
Y ayer(1), formando parte de su Quartet, junto a Javier Colina, Rickard Valdes –su hijo menor- y Efraín Porro, maravilló con su música a los dos mil asistentes que llenaban el Palau de la Música. Su maestría al piano se movió desde las habaneras hasta Gershwin, pasando por El manisero o Bill Evans. Yo estuve allí.
Señoras y señores, damas y caballeros. El genial, el único, el inimitable…


¡Bebo Valdés!


Bebo Valdés Quartet en el Palau de la Música



(1) El concierto fue el jueves pasado y esto lo escribía el viernes. Por problemas técnicos y logísticos con la cámara y lúdicos conmigo no lo he podido publicar hasta hoy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Soberbio Bebo. Añadir al post la simpatía cubana que acompaña la presentación de cada tema, la hipnotizante velocidad de esos dedos de 20 años (que no, no... ¡no puede ser que tengan 87!), y la elegancia que destila cada movimiento de este agradecido y humilde genio.¡Qué suerte verlo!

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Como decía Paul Bowles en 'El cielo protector', (la escena final ¿recuerdas?),
¿cuántas veces viviremos aquello de lo que diríamos:"no concibo haber vivido sin eso"?


¡Albricias Arrebatos!.

arrebatos dijo...

pd (a1/2):
Cierto todo lo que dices, 20 años incluídos. Aunque, de un hombre de casi noventa años con un hijo de menos de treinta... poco queda ya que me sorprenda.

vir&:
No recordaba esa frase (de la película de Bertolucci, pues el libro no lo he leído) pero es cierto. ¿Cuántas cosas serán las que formarán parte indeleble de nuestra vida?
Espero que las más sean buenas...

Me gusta tu saludo: Albricias. Hermosa palabra, tanto por su significado como por su sonoridad. Como castells ;)