lunes, 5 de mayo de 2008

Buen comienzo

Esta mañana ha venido un técnico para presupuestar las obras que tenemos que hacer en la finca. Como no me había avisado nadie, pues resulta que no lo esperaba, así que me he quedado sin desayunar. Son obras de esas que una vez terminadas ni siquiera se notan, pues las hacemos más que para arreglarla, para que no se caiga. En la última reunión de vecinos (toda una penitencia), se calculó una derrama de unos doscientos cincuenta euros al mes durante seis meses. Más que derrama, yo la llamaría desangra. Después he ido a sacar dinero al cajero automático. Negativo. No tengo saldo y no me da a crédito. En el bolsillo no tenía ni para un café y estaba sin tabaco. He ido a otro cajero, con igual resultado, y después a que me atendieran por ventanilla. Tras esperar una cola de tres jubilados con todo el tiempo del mundo y más, ha llegado mi turno. El señor de caja (muy amable, eso sí) me ha informado de dos hechos, a saber: Que todavía no ha llegado la transferencia que hice el viernes desde otro banco y que como tenía un impago de la visa, pues no me daban crédito. ¡Magnifico! he exclamado, sin caber en mí de gozo. Y eso, unido a que la trasferencia de la nómina todavía no ha llegado al antes mencionado banco (llamémosle bankinter), transferencia que se hizo el miércoles, me da por pensar que, una de dos, o ahí han estado toda la semana de vacaciones o practican la usura cada día con mayor descaro. O ambas cosas. Vaya, que por menos de eso se expulsó a los judíos de la península. Por fortuna, en esa oficina me conocen y me han adelantado "a confianza" algo de efectivo.

Parafraseando a Groucho Marx, he tenido una buena mañana, pero no ha sido esta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Leopoldo María Panero suele decir que el antiCristo son los bancos. Y este hombre suele decir las cosas con mucha lucidez, tanta que lo tienen por loco.

Anónimo dijo...

Ya se sabe q los bancos....

Una vez se me ocurrio guardar mi dinero en un tupperware en el congelador jajjaja

arrebatos dijo...

Panero es demasiado sabio como para andar suelto por ahí. Podría despertar mentes, con el peligro que eso conlleva.

Lo del tupperware imagino que es una metáfora del enfriamiento de la economía. Seguro que si todos empezáramos a hacer eso, los bancos pagarían a chorizos que desvalijaran pisos, para generar temor y que la gente regresara a los bancos.

Anónimo dijo...

Bienvenido a la bohemia, Max Estrella

arrebatos dijo...

Uy no, Max Estrella no Juan, que eso de acabar con los huesos en un portal no me entusiasma precisamente.