domingo, 18 de mayo de 2008

Cuerpo a cuerpo

(sugerencia de consumo)

Lowdown de Tom Waits (del triple "Orphans")


Y entonces Claudia tiró de él, escaleras arriba, apenas iluminadas. Se detuvo en el descansillo y se pegó a su cuerpo, ofreciéndole los pechos a su mirada. Luís la rodeó con sus brazos, con fuerza. “Tócame el culo” le pidió ella, guiándole una mano bajo su falda, mientras susurraba con voz ronca un te tengo ganas. Él le tiró del pelo, acercando su boca a la suya, comiéndola ansioso, buscándose las lenguas en una danza frenética y salvaje. Claudia se apartó de golpe, empujando con violencia, y subió un par de escalones. Frente a él, con las piernas separadas, se rió. “Me deseas ¿verdad?”. Se metió las manos bajo la falda, pasó sus pulgares por la goma de sus braguitas y las bajó de un tirón hasta los tobillos. Liberó el pie derecho y con la punta del izquierdo se las lanzó. “Cógeme”, le retó, y corrió escaleras arriba, riendo, mostrándole las nalgas desnudas a Luís, que la seguía a escasa distancia.

Se precipitó en casa como descorchada; él se coló detrás. La cogió por la cintura y la cargó sobre su hombro. Claudia no paraba de reír, de gritar a cada palmada recibida en sus nalgas. La lanzó sobre la cama y se montó encima de ella, con las rodillas sobre el colchón. Desde su posición dominante le abrió de un tirón la camisa y se precipitó sobre sus pechos, demorado en círculos concéntricos, mordiéndolos y amasándolos como si quisiera moldearlos. Claudia le tiró del pelo hasta que se encontraron los labios, besándose y mordiéndose. Una lucha cuerpo a cuerpo, un forcejeo de brazos y piernas rodeándose, atrayéndose, desnudándose y Luís quedó sobre ella, inmovilizándola con su peso. Le separó con brusquedad las piernas ante la inútil y fingida resistencia de ella y la penetró en un solo empujón, quedándose dentro, gozándola. Claudia lo rodeó con las piernas, embistiendo con sus riñones, deshaciéndose en placer y dolor, entre gemidos y gritos. Luís se enredaba los dedos en sus rizos, le mordía el cuello, las orejas, los labios. Ella se ataba a su cuerpo, colgada de su cuello, encajada bajo su peso y sus embestidas cada vez más frenéticas. Recibió todo su deseo desbocado como espuma de champán, para tumbarlo de espaldas y cabalgarlo a horcajadas, tomando posesión de su cuerpo, su pelo sobre la cara de Luís, hasta sentir el origen de una descarga que arrancó de lo más hondo, que se extendió por todo su cuerpo, para temblar y gemir y gritar entre espasmos; una agonía que no terminaba nunca para al fin desplomarse sobre él y dejarse caer resbalando hacia un lado.

Tras la batalla los cuerpos derrotados yacían desnudos sobre la cama, en la calma de la noche de verano, todavía con la respiración agitada. El balcón entreabierto derramaba la pálida luz de una luna llena en la habitación, que olía a jazmín y a sexo. Luís arropó el cuerpo de Claudia y se entretuvo en contemplar la curva de la cadera que se formaba bajo las sábanas, memorizando sus formas ondulantes y el perfil que se dibujaba en la tela y se diluía hacia los pies, perdiéndose en la penumbra. Cerró los ojos y se abandonó satisfecho a su cansancio, al delicioso hormigueo en sus miembros exhaustos; a la palpitación de la sangre en sus sienes. Apoyando la cabeza en la almohada buscó el pelo de Claudia para enredar su mano en él, descendiendo en un trazo hacia su espalda con las yemas de los dedos hasta el borde de la sábana, donde se detenía para regresar de nuevo hacia la nuca, rozando apenas su piel, que reaccionaba erizándose; viendo a través del tacto el cuerpo que yacía junto al suyo, dejándose inundar ambos por esa tranquila felicidad que iba ocupando los rincones abandonados tras la lucha. Una tranquilidad que, gota a gota, inoculaba un ronroneo de modorra, una renuncia a la conciencia que los dejó sumidos en un profundo sueño.

7 comentarios:

Isabel dijo...

Y al final,merecidamente,la partida quedó en tablas.;-)
Un abrazo, buena semana y que disfrutes la próxima partida. :-)

Pilar Cita dijo...

Lo he visto todo, lo he visto todo! Tan bien escrito que es "como" si lo hubiera visto :)

arrebatos dijo...

No Isabel, ¡que ganaron los dos!

arrebatos dijo...

Eres una voyeur, Sensai...

Berto Díez dijo...

Yo me he portado ben, y le he dado al reproductor mientras lo leía.

Si no fuera por el miedo que me da Tom Waits hubiera tenido una erección.

Tengo el Orphans y no lo pongo porque me cago de miedo cuando lo oigo. Es como si el coco no fuera de mentira.

arrebatos dijo...

Es que no es de mentira, Berto. Es el loco de Renfield que se cansó de comer arañas y moscas en su celda para pasarse al choubisnes.

Musa Ambulante dijo...

Cómo mola Tom Waits...

Sólo ha faltado la escena del cigarrillo, pero está muy bien escrito.


Enhorabuena!