miércoles, 21 de enero de 2009

El precio de ser friki

El sábado estuve por el centro buscando la edición conmemorativa del cincuenta aniversario de “Kind of Blue” de Miles Davis, un caro e innecesario capricho –ya tengo la edición de lujo en CD– compuesto por dos CD, uno de ellos con material “inédito”, un DVD, un vinilo y un póster todo empaquetado en una gran caja. No lo encontré en ningún lado, pero ya que había salido de casa dispuesto a gastar me compré unos auriculares Sennheiser cojonudos. A principios de los ochenta mi padre tiró la casa por la ventana y se compró un equipo de alta fidelidad. La marca del equipo de música no la recuerdo, pero no he olvidado que los altavoces eran Bose y los auriculares Sennheiser. “Son los mejores” sentenció mi padre, con una autoridad que no aceptaba réplica. Yo tenía en esa época diez o doce años. De haber sido ya un adolescente, a día de hoy seguramente tendría mis dudas. Sin embargo, y aunque me demuestren lo contrario, tengo por una certeza absoluta e irrebatible que los auriculares Sennheiser son los mejores, por eso me los compré.

Esta tarde he salido de mala leche del curro y para aplacarme he ido directo hacia el Jazz Messengers, mi tienda de música de cabecera. Como es de suponer, he ido con la idea de comprar la edición de marras del “Kind of Blue”, pero ya no les quedaba ninguno. El dependiente lo ha dicho con expresión de impotencia y rabia a la vez. Por lo visto sólo les trajeron dos de los más de diez que encargaron. “Los de Columbia no están distribuyendo bien aquí, así que tenemos que ir a comprarlo fuera”. Algo decepcionado me he puesto a buscar alguna alternativa, porque si algo tenía claro es que no me iba a largar de vacío.

El primero en caer ha sido “Somethin’ Else”. Me ha llamado la atención que en la formación Miles Davis aparecía justo debajo de Julian “Cannonball” Adderley, que es un saxofonista inmenso –en talento y tamaño, no en vano ese “Cannonball” deriva de cannibal por su forma de comer–, pero que no llega a ser Miles, así que he deducido que sería una formación anterior al “Kind of Blue”, que es la consagración de este último y en el que el cannibal ya ha disuelto su quinteto para entrar en el de Miles. Efectivamente, aunque no lo indica en ninguna parte del disco, es del 58, justo un año antes. Por lo tanto este no deja de ser un disco muy especial, puesto que el líder del quinteto es un saxofonista con una fuerte influencia bop según el camino marcado por Charlie Parker, mientras que el otro es un trompetista de lo que se ha acuñado como cool. Para acabarlo de completar, en tercera posición vemos a Hank Jones, un grandísimo pianista curtido en el swing de las big bands junto a Benny Goodman. Una mezcla explosiva, vaya. Y realmente el disco no decepciona en absoluto. Es más, mientras lo escuchaba tumbado sobre la alfombra con mis nuevos y flamantes cascos Sennheiser, entre sorbo y sorbo de vino estaba pensando qué calificativo le iba a otorgar en esta “reseña” que ya tenía pensada escribir. Justo cuanto la aguja ha llegado al final y tras unos segundos de silencio he murmurado: “Brutal”. Eso es lo que me ha parecido: Brutal, extraordinario, soberbio. Arranca con una deliciosa versión del “Autumn Leaves” de Prévert para continuar con el “Love for Sale” de Cole Porter, En algunos temas, sobre todo en el “Somethin’ Else” que le da título (compuesto por Miles Davis, nada que ver con el rock de Eddie Cochran), ya se vislumbran las formas de lo que un año después será el insuperable “Kind of Blue”.

Como habréis deducido, lo he comprado en vinilo. Hay que pagar un alto precio por ser un friki, os lo aseguro. El vinilo no solo es más caro que la edición en CD, sino que carece de los bonus tracks que incluye este último. Pero no se puede comparar una cajita de plástico a la satisfacción de tener entre las manos una portada de 31x31 y el cric cric de la aguja surcando hacia el centro.

El otro en caer todavía no lo he escuchado. Es el “Blue Train”, una de las obras maestras de John Coltrane, también en vinilo. Así que pongo aquí el punto final, me calzo los cascos y vuelvo a tumbarme sobre la alfombra.


(sugerencia de consumo)
Somethin' Else con "Cannonball" Adderley y Miles Davis


P.D.: Finalmente he comprado la edición cincuenta aniversario de “Kind of Blue” en Amazon. En la web de FNAC Francia también estaba, pero 25€ más caro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran post, tenemos los gustos muy parecidos por lo que se ve. Si te interesa puedes ver un especial del Kind of BLue en mi blog.

Un saludo.

arrebatos dijo...

Gracias Weirdo, eso parece. He estado curioseando en tu blog y no me extrañaría que se convierta en una de mis visitas obligadas.