lunes, 16 de marzo de 2009

Vaya par de...

No sabría con cual quedarme, si con la derecha o la izquierda. Porque salta a la vista que quedarse con las dos sería excesivo, a la par que egoísta. Bueno, sí que lo sé. Definitivamente me quedo -me quedaría, ah ingenuo soñador- con la morena, que tampoco es manca. Mujeres de bandera, oiga.

Impagable secuencia fotográfica. En esta primera la Loren disimuladamente echa una ojeada de inspección para sopesar lo que muestra el escaparate (o el escote, como ustedes prefieran), que no es baladí.

La Loren y la Mansfield



En la segunda la Loren ya no puede ocultar su sorpresa, del mismo modo que la Mansfield no puede ocultar su talento. Es comprensible y del todo justificada la sonrisa bobalicona del caballero del fondo. Yo haría lo mismo.

La Loren y la Mansfield




Es las tres siguientes el espectador -usted y yo, para entendernos- comprendemos la sorpresa de la italiana ante la magnitud -y desbordante extraversión- de la cuestión, del enorme talento que luce a pares y sin tapujos hasta el último (y más íntimo) detalle.

La Loren y la Mansfield


La Loren y la Mansfield



Para muestra, un botón, que diría mi padre.

La Loren y la Mansfield



Y ya para finalizar, la crónica moralmente correcta publicada al día siguiente. A mí personalmente me parece perverso, deleznable y de una inmoralidad vergonzante ocultar información al público, pero esa ya es otra cuestión.

La Loren y la Mansfield


5 comentarios:

cristina. dijo...

buenisimo tu blog!
me encanta :)
mua

arrebatos dijo...

Muchas gracias Cristina. Entra cuando quieras, la puerta está abierta.

Anónimo dijo...

¡Qué sabio su padre! (en materia de botones, claro)
No sabía yo que la Loren, turbadora de mis sueños tardoinfantiles, siguiese activando líbidos menos veteranas que la mía. Me alegro, sinceramente.

arrebatos dijo...

¡Es que la Loren es mucha mujer!

Chusky or Gus dijo...

Está claro que necesitas un colega para una situación como esa y sabes bien que yo, no soy celoso, y que tanto me va a dar si me dejas a la rubia o a la morena.

Lo importante es: quién dormirá primero en la cama ;-)