La dama de Shanghai
Él sabía que había algo turbio y sucio en todo eso, por eso se resistía a aceptar la oferta de enrolarse en ese yate de recreo. Pero claro, con una "capitana" como la Hayworth, aunque seas el mismísimo Orson Welles es difícil rechazar la oferta.
¿O no pensáis lo mismo?
"La dama de Shanghai" (1947) de Orson Welles
¿O no pensáis lo mismo?
2 comentarios:
Lo mismo mismísimo
Será que tenemos alma de marinero, don Gregorio.
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