La lección aprendida
El flujo de la Historia, los ciclos, el refranero, los mitos, la voz experimentada, la llamada sabiduría popular al fin, no nos sirve de nada; nada hemos aprendido de ella porque no es sino a toro pasado que tenemos conciencia de su verdadero y más profundo significado. Es entonces cuando decimos ahora lo entiendo. De nada nos sirven los aprendizajes ajenos porque hasta que no nos pegamos la hostia en primera persona, no aprendemos la lección.
4 comentarios:
Y a veces ni dandonos la hostia en primera persona...
Bueno... algunos necesitamos varias hostias hasta que empezamos a intuir de donde vienen, es cierto. Pero procuramos sufrirlo en secreto, como las almorranas, por aquello de que no sea de dominio público que somos gilipollas.
Jajajaja!!! ¿De veras crees que no saben que somos gilipollas??
¡Coño, Berto, disimula! Debe parecer que no sabemos que saben que lo somos. Hay que procurar mantener el abuso dentro de unos límites tolerables.
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