viernes, 9 de octubre de 2009

De la paz, nada menos

Lo del Nobel de la Paz a Obama me ha dejado ojiplático. De la inicial incredulidad he pasado a la vergüenza ajena, a la propia, a la indignación y finalmente a la mala leche. Ahora simplemente siento pena; pena por el uso que se le ha dado a este galardón que yo, ingenuo que soy y pese a la conciencia de que no siempre se lo dan a quien lo merece -recordemos que Gandhi jamás lo recibió- y que lo de Al Gore también fue de juzgado de guardia, todavía me merecía cierto respeto.

Es, además, un premio a las supuestas buenas intenciones, porque este señor todavía no ha hecho nada. Tiene tropas y mercenarios en Irak, en Afganistán, Guantánamo sigue abierto y nada se ha hecho para acabar con las cárceles flotantes ilegales, por citar algunas. Y van y le dan el Nobel de la Paz ¡Nada menos! Lo único que me produce cierta satisfacción irónica es pensar si este gratuito acto de buenrollismo no se va a convertir en un arma de doble filo, pues no creo que a los yankees les entusiasme la idea de tener un presidente pacifista.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Simple y llanamente: Cuando alguien es el sucesor de quien mas guerra y dolor siembra y, toma el testigo, cambiando totalmente la orientación del cargo, no solo es reseñable que así lo haga, si no que teóricamente, no debería de haber ocurrido.

Obama lo ha conseguido y, no mañana, ni pasado, veremos la repercusión los hechos que ahora no vemos y que los mas versados que nosotros si están viendo. Los que han decido darle el novel.

El hecho de que se lo hayan dado, por si solo, indica que gente mas informada que nosotros, menos crédula y menos adulterada por enfoques informativos, creen que es reseñable su labor.

Eso me deja mas tranquilo pensando que no todo es pintura y música en este nuevo presidente norteaméricano. Sobre todo por que este premio es muy europeo. Y no solemos regalarle nada a los norteamericanos.

Un saludo a tod@s.

Celia dijo...

novel?
B!!!!!!!!!!!!!!!!!!

arrebatos dijo...

Supongo que se referirá a que es un presidente novel...

De todos modos, que tu predecesor haya sido un incompetente y un grandísimo hijo de puta no te convierte automáticamente en bueno. La evaluación por contrastes no creo que sea el mejor sistema.

Anónimo dijo...

Estoy contigo Ricard, vaya mala leche me ha entrado con este tema.

Gus

Juan Marin dijo...

Quizás el premio se lo haya dado la tabacalera. Quizás fume Nobel