jueves, 25 de agosto de 2005

Juego de sombras

Unos días atrás, cuatro o cinco quizás, se fundió la bombilla del farol que hay en la terraza. Esa noche y la siguiente cenamos, ella y yo, a la cálida y ondeante luz de las velas y eso me hizo recordar algo…

“…
-Esa luz es tan usted, algo que viene y va, que se mueve todo el tiempo.
-Como la sombra de Horacio - dijo la Maga -. Le crece y le descrece la nariz, es extraordinario.
-Babs es la pastora de las sombras - dijo Gregorovius -. A fuerza de trabajar la arcilla, esas sombras concretas... Aquí todo respira, un contacto perdido se restablece; la música ayuda, el vodka, la amistad... Esas sombras en la cornisa; la habitación tiene pulmones, algo que late. Sí, la electricidad es eleática, nos ha petrificado las sombras. Ahora forman parte de los muebles y las caras. Pero aquí, en cambio... Mire esta moldura, la respiración de su sombra, la voluta que sube y baja. El hombre vivía entonces en una noche blanda, permeable, en un diálogo continuo. Los terrores, qué lujo para la imaginación...”

Rayuela, Capítulo 11 (fragmento)
Julio Cortázar

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