jueves, 7 de junio de 2007

Nota mental

Nota mental. Debo comprar una libreta que anote sola mis notas mentales. De esta forma no se perderá nada durante la conversión a palabras escritas. Si es una moleskine mucho mejor, pues visto el precio, supongo que deben convertir simples anotaciones en alta literatura.

7 comentarios:

Celia dijo...

lo de las moleskines hace tiempo que ha alcanzado el grado de fetichismo...
yo tengo unas cuantas

:D

marta dijo...

La moleskine es como los lofts te venden que eran utilizados por los artistas e intelectuales bohemios pero al precio al que van hoy en día se tendrían que conformar con una hojita arrancada en el caso de la moleskine. Y una viga carcomida en el del loft.

maría.* dijo...

Como gran amante de las anotaciones espontáneas, te recomiendo muy mucho que camines por el Borne y tomes Carrer del Rec. Sobre la mitad y en la cera de la derecha, encontrarás una diminuta tienda de libretas de todo tipo, incluyendo las moleskine.

arrebatos dijo...

Vaya, maría, bienvenida a mi blog. Te había perdido el rastro... Casi cada semana me doy un paseíllo por el Born, aunque suelo hacerlo el domingo, que está todo cerrado. Iré algún día entre semana a chafardear un poco.

Petrusdom dijo...

Para las notas cualquier papel, tiket, factura, servilleta, bonobus, folleto de banco, sirve pero lo difícil es el "fruto" mental...
Un saludo

Celia dijo...

yo una vez corregí unos detalles de un proyecto dibujados en servilletas del bar de la universidad...el profesor me miró con consternación pero luego me dijo, es que a veces las soluciones se te ocurren en los sitios más inesperados.

arrebatos dijo...

Cosa curiosa esto del fetichismo. Dice la leyenda que tanto Picasso como Hemingway la usaban, aunque es más que probable que no sea más que eso, una leyenda. Pero no será la realidad la que nos tumbe el mito ¿no?
(Mal) recuerdo ahora una anécdota. No sé si era un hotel, bar o restaurante que se vió obligado a "esconder" sus servilletas con membrete porque los turistas se las llevaban como souvenir. Y es que algún mítico artista las había usado en su época bohemia.
Y es que a veces parecemos borregos.