viernes, 2 de noviembre de 2007

Paciencia

Mientras espero el semáforo, veo por el rabillo del ojo que una mujer empujando un cochecito con un bebé se detiene a mi lado. Revoloteando a su alrededor, otro cachorro humano no para de incordiar con un martillo de esos de plástico de vivos colores que al golpearlo emite estridentes bocinazos. Simpático regalo del abuelo, seguro. Lo golpea contra una farola mec mec, contra el semáforo mec mec, en la cabeza de su hermanito mec mec, contra el suelo mec mec… Su madre ni se inmuta. Supongo que algún mecanismo de defensa contra la demencia le permite abstraerse, pero a mí su actitud impasible me irrita todavía más. El niñato sigue golpeando todo cuanto encuentra a su paso mec mec mec mec, y en mi cabeza se forma una escena en la que agarro al crío y lo uso de ariete para derribar la puerta del quiosco a cabezazos. La luz verde me ha rescatado, a la vez que me liberaba de convertirme en un nuevo Herodes.

Pero ha resultado que eran los vecinos del segundo segunda, dos pisos más abajo. Y dos pisos más arriba he continuado escuchando el maldito mec mec mec mec mec hasta que un bofetón de su madre ha puesto el esperado epílogo al concierto. Justo cuando me levantaba para ovacionar su sabia decisión, el agredido se ha puesto a llorar como sólo los cachorros humanos saben hacerlo y mi aplauso se ha desvanecido entre berridos, gritos, portazos e insultos a su santa madre. Me he vuelo a sentar abatido y maldiciendo no haber llevado a cabo mi escena onírica del ariete.

Cada día tengo más claro que, entre los supuestos legales, en algunos casos debería permitirse el aborto post parto.

9 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

NO sea usted tan radical. Bastaría con que se autorizase familiar y escolarmente la silla eléctrica como recurso educativo.

Por cierto, si no quiere que aparezca por aquí, dígamelo a la cara, pero no ande intimidándome poniendome palabras como esta para verificar (a ver si la escribo bien): "tsrewwjh"

Gabriela Zayas dijo...

¿Y no se te ha ocurrido pensar que la mamá es la que merece el bofetón? No basta con traer al mundo a los nenes, hay que educarlos.

arrebatos dijo...

Don Gregorio, lo de la silla eléctrica en las escuelas me parece una idea brillante que, además y para matar dos pájaros de un tiro, solventaría el problema de la calefacción en muchos barracones.
No entiendo por qué todavía no se ha propuesto al ministerio.

arrebatos dijo...

Gabriela, es que decir eso es políticamente incorrecto. Eso conduciría a tener que hacer tests de aptitud maternal/paternal no sólo a los que quieran adoptar, sino a todos cuantos ingresen en una maternidad. ¿Y qué hacemos con el crío si suspenden? ¿Aborto post parto? ¿Emulamos "Soylent Green" y lo integramos en la cadena alimentaria?

Nepomuk dijo...

Por algún sitio tienes a un abuelo que mira un martillo pilón de auténtico hierro asturiano y piensa: "¡mierda! ¡otra vez le dí el de juguete!"

arrebatos dijo...

Esta mañana seguía con el cansino mec mec mec. Si el abuelo le hubiera dado el auténtico, por lo menos su hermano pequeño no seguiría por el mismo camino.

Anónimo dijo...

termina uno siempre por desquitarse en la imaginación.... como en la peli Brasil, de Gilliam....

arrebatos dijo...

Al fin y al cabo, la imaginación es una vía de escape más o menos inocua.

pitima dijo...

Pues era lo que me faltaba... Encima de tener que aguantar que mi niño ha salido cabezón (en todos los sentidos), que alguien por ahí me encasquete un bofetón...
Tienes razón arrebatos, a las mamás se les desarrolla el sentido de abstracción para poder soportar según que situaciones..
Al principio, de recién nacido, piensas que nunca te pasará a tí. Después, la primera vez, piensas que te morirás de vergüenza. Por suerte, siempre hay alguien que lo hace peor que tú.. jajaja.
Sois unos bichos malos e indolentes ¿lo sabíais?. ¿O sólo lo haceis para provocar?: ¡una silla eléctrica! ¡aborto post-parto! ¡martillos auténticos!... ¡bofetada a la mamá!!!!!...