¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!
Perdónalos, Señor, porque ellos no saben lo que hacen. Eso es lo que estaba pensando justo ahora, mientras escucho sus gritos de guerra y los bramidos guturales de los bárbaros pintados de azul que campan a sus anchas por Barcelona. ¿Os acordáis de Braveheart? Pues siguen igual que entonces; no han evolucionado. Han cambiado espadas y garrotes para blandir cervezas y banderas; disputas de clanes por fútbol, pero la desolación a su paso es la misma. Aunque bien es cierto que ellos no tienen la culpa, que no gozaron de los beneficios de una civilización como la de Roma. Por eso siguen con sus costumbres neolíticas de la época de los pictos y su rudo idioma evolucionado a base de hacer de la irregularidad norma.
Imágenes vía el Periódico
1 comentario:
Miedo, pena, asco...
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