Efemérides
Quería conceder un premio al visitante número cien mil del blog, por aquello de las efemérides y el orgullo de padre. La idea era que el afortunado incauto que cayera por aquí coincidiendo con esa cifra de visitas, debía hacer una impresión de pantalla en la que se viera la cifra que le haría acreedor del premio. Pero no sólo me olvidé de avisar –soy un saco de olvidos– sino que, además, para sabotear todavía más la iniciativa, resulta que el visitante número cien mil he sido yo mismo. Ajo y agua.
Pues nada, queda dicho. Habrá que esperar a otra cifra redonda, por ejemplo al primer millón de visitas, que a este ritmo será aproximadamente dentro de veinticinco años. Estad atentos. Gracias.
Pues nada, queda dicho. Habrá que esperar a otra cifra redonda, por ejemplo al primer millón de visitas, que a este ritmo será aproximadamente dentro de veinticinco años. Estad atentos. Gracias.
2 comentarios:
¡Felicidades!
Confieso que yo también fui mi visitante 100000 en su momento y -vanidad de vanidades- hice una impresión de pantalla.
A por el millón.
jajajaja Menudo record! Enhorabuena!
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