viernes, 9 de septiembre de 2005

De buena mañana

– Buenos días, son las siete y media…
– ¿mmmmm?
– Que son las siete y media.
– mmmnnzzzzz

(tictactictactictac…)

– Son las ocho menos cuarto…
– nnmmmmnm

(tictactictactictac…)

– Las ocho.
– mmm¿mmmmhh?

(tictactictactictac…)

– Las ocho y cuarto. Llegamos tarde…
– mmmmMMMMMMMMMMMmmmzzzzz

(tictactictactictac…)

– Las ocho y media. Ya no llegamos.
– ¿mmmMMMMM? ¿Las ocho y media? ¡JODER! ¿¡POR QUÉ NO ME AVISAS ANTES!?
– … uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… (dios mío, dame paciencia ¡pero dámela ya!)

5 comentarios:

Burma dijo...

¿eras tú el que esta mañana me ha sacado de los pelos de la cama?

yo pensaba que al q he estado insultando era el despertador...

Anónimo dijo...

Mucho más efectivo es hacer de hombre-despertador; prueba a avisar de la hora usando tu cuerpo en vez de tu voz...
Y sinó siempre te quedará el recurso del vaso de agua ;-P

Anónimo dijo...

Como la vida misma, aunque mi reloj ha sonado hoy a las 5 de la mañana y te aseguro que la agonía ha sido aún más larga. XDDD

Saludos

arrebatos dijo...

Burma:
Si tienes un despertador que tira de los pelos, dime qué modelo es. Creo que necesito uno de esos.

Anónimo:
Lo tendré en cuenta pero... ¿y tú de quién eres?

Piruleta:
No te rías no, que seguro que tú haces lo mismo. ¡Dios, qué cruz!

Ángel:
¿A las cinco? ¡Joder! ¿Qué se dice en estos casos? Te acompaño en el sentimiento... Yo me pasé 5 años entrando a las 7 pero...¡A Dios pongo por testigo que nunca más volveré a pasar sueño!

cecilia dijo...

Jajajajaja...

Suele pasar.

Siempre hago lo mismo: pongo el despertador a las 7 y media cuando tengo que estar a las 8 y media en algún lado. Suena y lo pongo a las 7:45. Suena y lo pongo a las 8. Suena y lo pongo a las 8:10... Suena y me resigno: un café y un taxi... URGENTE