miércoles, 9 de abril de 2008

Sorpresas

Entre cumbres nevadas y lagos helados el perfume de los pinos es tenue y delicado, muy asustadizo. Vas caminando y al girar un recodo del sendero una ligera brisa te lo acerca por sorpresa, o una calma precaria te lo guarda, y te llena los pulmones con ese olor fresco y dulce, y tal como apareció se desvanece, fugaz y etéreo. No es como los pinos de la costa, con su perfume almibarado y penetrante, de una densidad que impregna todo el aire, sobretodo en verano, cuando el calor ablanda la resina y esta empieza a formar regueros de una consistencia de miel que descienden por el tronco o a caer en goterones.

Esto lo pensé en el camino de regreso de la excursión del sábado, caminando con raquetas de nieve entre cumbres nevadas y lagos helados, justo después de girar un recodo del sendero donde una ligera brisa me lo acercó por sorpresa. Con los pulmones abiertos por el ejercicio al aire libre, la delicadeza del momento fue especialmente agradable. En la montaña todo sabe mejor, incluso el cigarrillo fumado en la calma del descanso, en ese espacio de contemplación del paisaje sin prisas que enlaza la ida con el regreso.

Els Encantats


estany de Ratera


Esta excursión tuvo, sin embargo, un componente atípico. Cuando uno va a la montaña espera encontrar bosques, picos nevados y lagos; quizás algún animal escurridizo como la ardilla o el rebeco. Si me apuras, hasta un oso. Pero lo que nunca, bajo ninguna circunstancia esperaba encontrar era un equipo de televisión que me hiciera una entrevista, como así sucedió. La prueba aquí (en catalán), a partir del minuto 21:10 (se puede avanzar hasta ese punto sin necesidad de esperar).

Soy mediático. En el jardín botánico.

3 comentarios:

Celia dijo...

hay que ver lo que te gusta salir en los medios...

arrebatos dijo...

¿Quién es esa que va cerrando la fila? Hummm... yo diría que...

Celia dijo...

la que va cerrando fila sería una imbécil a-social