martes, 3 de julio de 2007

Modelos para armar en Barcelona

Pero Hélène volvió a reír en la sombra, y Juan se echó atrás y buscó la llave de la luz, y de la nada saltó el pelo de Hélène donde estaba perdida una de sus manos, la curva de sus pequeños senos alzados, el vello del vientre y la garganta breve y ancha, los hombros esbeltos pero con una fuerza que él había tenido que doblegar, hundir obstinadamente en las sábanas hasta poder atarse a una boca sellada y dura, enseñarle a entreabrirla, a quejarse entre sus dientes que hubieran podido morderlo en plena carne antes de ceder a su lengua y mezclar los últimos besos en un solo lamento interminable. El dardo de la luz se clavó en el final de la risa de Hélène y Juan le vio unos ojos muy abiertos, de pupilas dilatadas, una expresión de maldad primordial, de una ignorada negativa a su propio deseo que se refugiaba ahora en las manos y las piernas anudándose al cuerpo de Juan, acariciándolo y llamándolo hasta que él la tendió boca abajo y cayó sobre ella hundiendo la boca en su pelo, obligándola a apartar los muslos para penetrarla duramente y quedarse en ella con todo su peso, sumido hasta el dolor, sabiendo que las quejas de Hélène eran gozo y repulsa a la vez, un placer rabioso que la sacudía espasmódicamente y le torcía la cabeza a uno y otro lado bajo los dientes de Juan que mordían en su pelo y la ataban al peso de su cuerpo. Y otra vez fue ella quien se volcó sobre él para recibirlo con un solo envión de los riñones y gritar en el suplicio, y al término del goce, estando sobre él y pegada a él, con el pelo metido en los ojos entrecerrados de Juan, le dijo que sí, que se quedaría con él, que tirara la muñeca a la basura, que la librara de los últimos restos de olor de muerte que había en la casa y en la clínica, que no le dijera nunca más hasta luego, que no se dejara tomar, que se salvara de sí mismo, y se lo dijo estando sobre él, doblegándolo bajo su fuerza inconcebible, como poseyéndolo, y después resbaló de lado, colmada y llorando con hipo seco y breve que inquietó a Juan desde la modorra que lo ganaba, desde la paz de haber oído todo eso, de haber sido todo eso, de imaginar que ahora no tendría que seguir buscando a Hélène en la ciudad, que de alguna manera el muchacho muerto había perdonado y estaba con ellos y ya no diría nunca más hasta luego porque no habría hasta luego ahora que Hélène se quedaría junto a él acurrucada y dormida y temblando por momentos hasta que la tapó y la besó en el puente de la nariz donde era tan dulce besarla, y Hélène abrió los ojos y le sonrió para hablarle, con otro cigarrillo, de Celia.

62/ Modelo para armar
Julio Cortázar

Sirva este fragmento como excusa, y viceversa. En Barcelona, los incondicionales de Cortázar -un arrebatado servidor lo es- estamos de enhorabuena. El pasado día 30 de junio se inauguró en la Fundación Círculo de Lectores (Consell de Cent, 323) la exposición “Los libros de Cortázar”, que cuenta con revistas, libros dedicados por Neruda, Onetti o García Márquez, anotaciones manuscritas y un par de curiosidades: el poema visual "720 círculos" con las correspondientes instrucciones para poder leerlo y el capítulo 126 de "Rayuela", que el cronopio nunca incluyó en la edición final de la novela.
“Julio empezaba a leer una página, luego la arrancaba y me la pasaba a mí, que terminaba lanzándola por la ventanilla, porque ya no valía la pena guardarlas. Lo importante es recordar lo leído".

Aurora Bernárdez, viuda de Cortázar, relata esta anécdota de un viaje que hicieron por Italia en los años 50. Compraban ediciones baratas de novela negra en los quioscos de las estaciones, que leían y volaban página a página en su trayecto. Más curiosidades y detalles aquí, aquí y aquí.

Y por si esto de por sí no fuera ya suficiente, dentro de la programación del Festival Grec de Barcelona, la sala Muntaner ha programado "El Perseguidor", obra de teatro con fondo de jazz, o concierto de jazz representado, basado en el relato homónimo de Cortázar, inspirado en la vida del saxofonista Charlie Parker.

Hala ¿no querías caldo? ¡Pues toma tres tazas!

13 comentarios:

Celia dijo...

a ver...
arrebatos
lo tuyo es grave, y preocupante (casi tanto como lo mío) no había más fragmentos en toooooodo el libro, para que escojas precisamente ese párrafo?

(me apunto la expo)

arrebatos dijo...

A ver...
Celia
¿qué tiene de malo el fragmento? A mí me parece de lo más sugerente. Don Gregorio me decía que estas no son lecturas veraniegas pero yo, pobre de mí, qué le voy a hacer si estas páginas se adhieren a mi cabeza como el aroma del goce sobre mi piel.

Palimp dijo...

Si las tazas son como estas ¡vengan más!

Pilar dijo...

Esas anécdotas de los genios me encantan. Son personas que van por la vida regalando momentos únicos para todo el que está cerca de ellos.

Deshojando páginas ...

Saludos!

marta dijo...

Que bueno lo de la sala Muntaner. Y que bueno Charlie Parker que como Cortazar, cada uno en su género, era un gran improvisador.

Anónimo dijo...

la sala muntaner está al lado de mi casa, habrá que ir... no?

incluso nos podríamos juntar unos cuantos, digo yo...

saludos y gracias por compartirlo!

arrebatos dijo...

Xavi, recojo el guante. Propongo el viernes 27 de julio. Quizás el sábado sería más adecuado, pero es que tengo una cita con Calamaro.
En cuanto concretemos fecha y participantes, compro la entrada.

Anónimo dijo...

Allright! Viernes, 27. En principio, cuenta conmigo. Aún no tengo la entrada para lo de Andrés, aunque si quedan iré. La semana que viene toca Quique González en la Bikini. Julio promete!

Buenos días!

Celia dijo...

será una cita a ciegas para dos...o se puede apuntar más gente?

arrebatos dijo...

Doña Celia ¿a ud qué le parece? Se trata de una propuesta abierta a todo el público, así que contamos con que se digne a venir.
Si lo desea, también puede invitar al chico del ambulacia.

marta dijo...

Qué pena!!! Si fuese el sábado me apuntaba ya que estaré cerquita de Barcelona. Snifff.

Juan dijo...

Hombre, yo iría, pero esque a mí lo de "El Perseguidor" no me tira mucho, la verdad... (Como se parezca al fragmento ese que has puesto de "Modelo para armar"...¡buf!) Además, con los comentarios tan bordes que le escribo siempre a Celia, si digo que yo soy yo me cruza la cara directamente. Seguiré agazapado en el más vil anonimato.

Celia dijo...

juan soy inofensiva, además me llevaré a mi ambulanciero para que lo conozcais...