Fiebre
Ya ni los veranos son lo que eran. Habrá que apuntarlo en la cuenta del cambio climático ese ¿no? Esta noche he dormido con el pijama y tapado con la sábana, algo impensable otros años, y esta mañana el termómetro marcaba dieciocho grados a eso de las nueve y media. Tendría que haberlo hecho mucho antes. Lo de taparme con la sábana digo. Dormir con el culo al aire con este tiempo no es recomendable, y mucho menos si uno está sudado después de una sesión de… ejercicio aeróbico. ¿Resultado? Llevo todo el fin de semana que parece que esté tragando cristales y clavos oxidados. Ni con orujo se me cura. Anoche me subió la fiebre, pero era una fiebre de esas que no se aplacan con… ejercicio aeróbico, sino con paracetamol. Saber que tienes fiebre produce una extraña satisfacción. Es una justificación empírica al malestar.
Ahora vengo del médico. La doctora me ha puesto el termómetro, me ha hecho sacarle la lengua mientras ella me la presionaba con un palote de madera áspera y observaba con una linterna. Después me ha auscultado con el fonendoscopio, pero no he tenido que decir treinta y tres. Cuando era pequeño y me auscultaban la espalda me hacían decir treinta y tres y toser. Tose, ahora respira. Tose, respira. A mí me ha dicho, para entendernos, que tengo unas anginas de caballo. Aunque después ha apuntado en el informe médico que se observan placas purulentas. Prefiero pensar que tengo anginas, parece más manejable. He salido de la farmacia cargado de cajitas y sensiblemente aligerado del bolsillo. Es caro esto de estar enfermo.
(sugerencia de consumo)
Fever, con Rita Moreno & The Muppets
Ahora vengo del médico. La doctora me ha puesto el termómetro, me ha hecho sacarle la lengua mientras ella me la presionaba con un palote de madera áspera y observaba con una linterna. Después me ha auscultado con el fonendoscopio, pero no he tenido que decir treinta y tres. Cuando era pequeño y me auscultaban la espalda me hacían decir treinta y tres y toser. Tose, ahora respira. Tose, respira. A mí me ha dicho, para entendernos, que tengo unas anginas de caballo. Aunque después ha apuntado en el informe médico que se observan placas purulentas. Prefiero pensar que tengo anginas, parece más manejable. He salido de la farmacia cargado de cajitas y sensiblemente aligerado del bolsillo. Es caro esto de estar enfermo.
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8 comentarios:
más que fiebre
lo tuyo es calentura...
Ay Celia, qué malito estoy y qué poco me quejo.
jaja... iba a comentar, pero es que leyendo los comments, me ha salido la risa tonta!
el caso, mister, es que al final habrá que darle la culpa a esas guinness... aunque, por otro lado, tienes razón, nada es como era, y aún es pronto para saber si eso es bueno o malo.
un abrazo y cuídese mucho! ehem, ehem!
La doctora de ayer me recetó tal dosis de antibióticos que me ha dejado más parado que un charco.
Como uno es desconfiado por naturaleza, y más cuando se trata del consejo médico de una becaria haciendo una sustitución veraniega, he decidido repartirme las dosis según mi criterio, que como está basado en el sentido común, seguro que será mejor que lo que pone en el Vademécum.
Esas becarias sustitutas a menudo resultan más efectivas y mejores que los titurales que están automatizados y más deshumanizados ¡seguro!. Ponte bueno arrebatos, que malo xa eres abondo.. jajaja.
¡Qué buena esa frase final en gallego, pitima!
Ay Pitima, con lo bueno que soy yo. Como decimos por aquí, soc més bo que un pa de pessic.
Si os interesa el gallego la escribiré correctamente: "Ponte bó, que malo xa es abondo". Lo otro era un gallego castellanizado que se estila por aquí, ¡qué lle imos facer, se non cuidamos nin usamos a língua nai como fan os catalans!.
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