viernes, 21 de septiembre de 2007

Jaco

Estuvo en lo más alto y descendió a los infiernos, ese sería el resumen de su vida. Pasó de ser considerado el mejor bajista del mundo a morir como un perro callejero. Su presencia en Weather Report coincidió con los mejores años de este grupo, teniendo él buena parte de culpa. Después formó su propia banda y estuvo sacando discos y tocando por todo el mundo hasta mediados los ochenta. Entonces fue cuando empezaron los problemas para Jaco Pastorius. Le detectaron un trastorno maníaco depresivo, y el tratamiento a base de drogas empezó a destruirle, a impedirle concentrarse, componer e incluso tocar el bajo, pues perdió sensibilidad en los dedos. Eso le sumió en una depresión y se lanzó a deambular por las calles, a beber hasta el delirio hasta acabar conviviendo con mendigos.

Una noche pretendió entrar en un club nocturno pero el portero, viendo su lamentable estado, le impidió pasar. Él le increpó, quiso entrar por la fuerza, pero tuvo la mala suerte de toparse con uno de esos personajes que de tanto músculo se les ha atrofiado el cerebro. Acabó hospitalizado con múltiples fracturas en la cabeza y los brazos, perdió un ojo a golpes y ganó una hemorragia cerebral que le arrancó la vida. De eso hace hoy exactamente diez años.

Hace unos días hablaba de casualidades; que basta con querer encontrarlas. No era un comentario gratuito. Ya había pensado en ello mientras escribía sobre Joe Zawinul. Su muerte me sorprendió pensando en este aniversario.


(sugerencia de consumo)
The Chicken, de Jaco Pastorius con su banda en 1982

1 comentario:

Rain en ZQ. dijo...

Un hombre de esa pléyade de músicos, convertido hacia el final en un resto de lo que fue. Qué desolador.
Queda la música. Queda su genio...


Salutes.